jueves, 18 de agosto de 2011

EL PENDULO

El péndulo»

Esta forma adivinatoria consiste en tomar un trozo de cuerda o de hilo grueso y colgarle en un extremo un objeto conforma un poco puntiaguda, como un cono, una espiral o una plomada de los obreros, y mantenerla sobre un paño o papel blanco, al momento de formular una serie de preguntas.

El otro extremo del hilo deberá sujetarse entre dos dedos de la mano derecha. Hay que tener un pulso sereno y no comenzar la sesión hasta que esté totalmente quieto el péndulo. En el momento de formular la pregunta se repetirá por tres veces la misma cosa, y dependiendo de su giro te confirmará o negará lo que se le pregunta.

Si el movimiento fuera de arriba hacia abajo, es un "sí" a tu pregunta. Si se moviera de izquierda a derecha, es un "no" y si comenzara a girar en redondo, la pregunta no está bien formulada o el modo de preguntar, no es correcto.

También hay formas de utilizar el péndulo sobre la fotografía de una persona o sobre un mapa, si lo que se quiere preguntar se refiere a una ciudad o a una extensión muy grande de terreno.

Para adivinar el sexo del niño de una mujer embarazada también se ha empleado, aunque, lógicamente, en la actualidad hay otros medios más modernos. La forma de realizar la consulta era de la siguiente manera. Se colocaba la persona embarazada delante de una mesa, con el vientre sobre la mesa ligeramente apoyado. Sujetando el péndulo, se preguntaba sobre el sexo, varón o hembra, de lo que iba a nacer; si el péndulo se movía de izquierda a derecha era un varón y si se movía en forma circular era una niña. Siempre se tenía que realizar con la embarazada delante y a partir del sexto mes de embarazo.

Para tener un péndulo, se puede incluso utilizar una llave, pero lo más correcto es usar el tradicional de plomo o de cobre.

En algunos casos, se puede utilizar para localizar a personas desaparecidas, situándolo sobre un plano o mapa del lugar por donde ha salido esa persona o por la zona que se cree que pueda haber estado. Con su movimiento, el péndulo, nos indicarán hacia donde se ha ido.

Durante el siglo XVIII, el uso de este método adivinatorio, que se denomina "radiestesia", fue muy común y curiosamente esta palabra que lo define la inventó el abad Boly, que era un sacerdote de Pas de Calais en Francia. Este sacerdote en su época fue muy solicitado por sus aciertos con los que se encontraron tesoros, pozos de agua. Aún hoy en la actualidad, se emplea mucho en los campos a la hora de decidir la perforación para localizar un pozo.

Hay especialistas en este tema que son llamados para realizar este trabajo y que se llegan a cotizar a precios muy altos. Para llevar a cabo este tipo de trabajo, el péndulo tiene que ser macizo y de metal. En sustitución de un péndulo, también se puede hacer este tipo de consulta con un anillo, que no tenga piedras y un hilo fino blanco.

En un recipiente redondo de cristal, que sea un poco profundo, como por ejemplo, una fuente o ensaladera, se puede poner en el fondo un espejo. Se llena de agua hasta la mitad, y se coloca bajo una lámpara o delante de una ventana que tenga buena luz. Se cogerá el anillo con el hilo y se dejará caer sobre el agua sin llegar a tocarla. Se le pueden hacer las preguntas, una a una, y según el movimiento que tome el anillo te dará las respuestas. Además del sí o el no, como ya hemos visto, según los golpes también indica algo. Si al formular la pregunta por tres veces, el anillo no se mueve, la contestación es totalmente negativa y no habrá la más mínima posibilidad de acuerdo o de solución a lo que se pregunta.

El péndulo, al terminar la I Guerra Mundial, fue contratado por el gobierno francés para detectar bombas y restos de material bélico abandonado en los campos de batalla. Años más tarde, en 1956, en Locarno, se instituyó la Unión Mundial de Radiestesistas, con la idea de intercambiar opiniones, experiencias y archivar resultad
os satisfactorios de este medio de la adivinación.

En ciertas ocasiones, se sabe que se ha utilizado para aclarar algún tipo de enfermedad y su procedencia, pues en el caso de que una persona tenga un padecimiento desconocido, se le tumbará primero boca arriba, bien estirado y luego boca abajo. Al pasarle el péndulo por su organismo, nos marcará donde tiene el problema por la alteración de su funcionamiento. Muchos curanderos o sanadores lo emplean a la hora de confirmar su diagnóstico y en la mayoría de los casos, coinciden con el examen analítico o científico de la medicina.

Otra forma similar de predicción dentro de este apartado de la radioestesia, es la vara de avellana, pero su utilización en la actualidad esta menos generalizada, y pudiera ser más complicada a la hora de su credibilidad, ya que depende del factor visual que tenga la persona, y su propia energía personal, para llegar a poder realizar con éxito una sesión.

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