Los lunares del cuerpo pueden pronosticar nuestro futuro:
Melanomancia
Melanomancia
Pero estas pequeñas manchas no sólo adornan nuestra piel, también guardan valiosa información sobre nuestro carácter y sobre la suerte que tendremos en la vida. Como las líneas de la mano, los lunares nos hablan del futuro que nos deparan los astros. De hecho, los llamamos lunares por la influencia de la luna en su aparición.
La mancia de los lunares
Así surge la melanomancia, como un método sencillo para interpretar el significado de los lunares. Desde hace bastante tiempo, los astrólogos y los adivinos se fijan en el color, la forma, el tamaño y el lugar de estas acumulaciones de pigmentación para hablar sobre las cualidades que podemos tener y sobre nuestro destino. De este modo, los lunares redondos y los más rubios se vinculas a los atributos positivos de la persona, mientras que los oscuros son los menos favorables. Sin embargo, dependiendo de su ubicación, pueden traernos suerte y tener un significado positivo. Lunares por el cuerpo
En los labios: Presenta a una persona con buenas intenciones, pero no carente de ambición. Al mismo tiempo, significa pasión y sensualidad. En la mitad de la frente: Pronostica éxitos en el amor y en los negocios. Sobre la ceja derecha, implica un carácter agresivo. Por el contrario, un lunar sobre la ceja izquierda, habla de una persona de carácter débil.
En la rodilla: Indica que se tiene un carácter amable. Se trata de alguien que desea agradar a todo el mundo.
En la mano: Si no está en los dedos, es símbolo de salud y amor pues la persona es sincera con el prójimo. Sobre los dedos, los lunares significan posesión de virtudes o vicios exagerados.
En la muñeca: corresponde a alguien que tiene buen carácter. Si está sobre la muñeca derecha, indicará que hay muchas posibilidades de conseguir el éxito en el matrimonio.
Sobre el hombro: Se refiere a una persona inquieta, que no se conforma con el mundo que le ha tocado vivir y quiere cambiarlo.
En la espalda: Significa que el sujeto es impaciente y que reflexiona poco. En este caso, la persona no tendría que precipitarse y debería pensar siempre con la cabeza fría.
En el seno derecho: Habla de una persona que prefiere el erotismo al amor. En el seno izquierdo, nos dice que es alguien más cerebral, que no se pierde en la sensualidad.
Sobre la mejilla: Nos enfrenta a alguien muy espiritual y amante de la sabiduría. Si el lunar está en la mejilla izquierda de una mujer, puede significar que ésta no tiene mucha estabilidad sentimental. Si resulta que está situado en la mejilla derecha, la mujer puede sentir atracción por la mística.
En el vientre: Implica amor exagerado a la buena vida y a los placeres más instintivos. La persona debería encontrar a alguien que pudiera equilibrar sus excesos.
En el pie: Nos muestra a una persona con tendencia a la melancolía y a la vida sedentaria.
En el ombligo: Siempre traerá suerte a la persona que lo tenga.
En la barbilla: Tanto a la derecha como a la izquierda, indica afabilidad y disposición generosa.
En el brazo: Tanto en el derecho como en el izquierdo, pronostica una vida afectiva intensa y apasionada.
En las caderas (en cualquier parte de las mismas): Pronostica felicidad, erotismo, enamoramientos, pero también naturaleza práctica y un carácter ingenioso y calculador, dispuesto a no dejarse arrebatar por las pasiones inútiles.
En el codo: Sea en el izquierdo o en el derecho, anuncia viajes, amor a los deportes, interés por las profesiones y muchas probabilidades de conseguir la fortuna.
En los dedos: Indica exageración de las virtudes o de los vicios respectivos, determinados según las características de cada individuo.
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