sábado, 22 de octubre de 2011

ARMONIZACION (CUERPO ETEREO)

Hay una zona total de energía que es extensa, amplia, y comprende todo lo que existe. 
  Esta zona de energía es bastamente más complicada y bastamente más simple que el mundo físico que podemos ver con nuestros ojos, gustar con nuestras bocas, oler con nuestras narices, oír con nuestras orejas, y tocar con nuestra piel. 
  La zona de energía física o de tres dimensiones permite apreciar todas las cosas que nosotros vemos o percibimos con nuestros sentidos que son muy limitados. Los órganos tienen una gama específica dentro de la que pueden operar, por ejemplo los ojos operan en las frecuencias livianas entre el rojo y el violeta, las orejas entre 20 y 20,000 Hertzios. Más adelante hay una amplia gama de vibraciones que nuestros sentidos físicos no pueden percibir. 
  La ciencia y la ingeniería han hecho grandes avances para extender la gama de nuestros sentidos, pero no importa cuan ampliamente se extiendan, hay zonas de energía a las que no pueden acceder. 
  Los desarrollos recientes pueden conducir a instrumentos capaces de medir los estados condensados de energía y pueden medir algunas de estas zonas de energía. 
  Para cada objeto hay una cantidad de energía; entre la vibración en tres dimensiones de los objetos físicos y la vibración del más alto nivel de la energía cósmica universal. 

El nivel más cercano al cuerpo físico se llama el  cuerpo etéreo. 
  El cuerpo etéreo existe desde que el cuerpo físico comienza a crecer, y el cuerpo etéreo aloja nuestra persona en los planos material y espiritual en forma perfecta. Si a uno, por ejemplo, se le rompe un hueso la lesión puede sentirse en el cuerpo etéreo en el lugar que corresponde a ese hueso físico, porque el etéreo guarda la información de la lesión. Se ha observado que frecuentemente se sienten dolores asociadas con lesiones viejas de huesos que no fueron resueltas por el cuerpo etéreo. 
  También producen lesiones los traumas de cualquier tipo sufridos en nuestra niñez o adolescencia que quedan registrados en nuestra memoria sutil afectando nuestra vida de relación sin que –a veces- tengamos conciencia de la forma de que estas experiencias actúan desde nuestro inconsciente.

 Para que estas situaciones no nos perjudiquen debemos trabajar y readiestrar el cuerpo etéreo para que éste olvide las lesiones físicas o psíquicas que nos pueden estar afectando. 
  Es la memoria de la lesión la que ocasiona esta recurrencia del viejo trauma o dolor, al liberarlo de la memoria las secuelas de la lesión física o espiritual no nos afectara más. 
  Esto nos muestra la estrecha comunicación entre las zonas de energía física de tres dimensiones y el cuerpo etéreo, vibrando en forma continua y uniforme en ambos niveles. 
  Para producir una mejora por medio de la energía es necesario armonizar los puntos de energía del ser humano, llamados centros de energía o chakras 
  Esencialmente significa una armonización entre el estado actual de los puntos de energía con la energía cósmica universal como forma ideal 
  Por ejemplo la forma ideal de un hueso está en ser fuerte y entero, no roto y débil. La aplicación y armonización de los puntos de Energía entonces tendería a borrar el suceso de la rotura o debilidad del hueso y reemplazarlo en la memoria energética por un hueso fuerte y entero. 
  Depende de la profundidad en el que este cambio de energía se produce para determinar la velocidad con que la memoria energética se cambia. 
  Si la fe de uno es capaz de aceptar un cambio poco profundo, la armonización requerirá mucho más tiempo, si uno es capaz de aceptar por su gran fe un cambio radicalmente profundo, el cambio puede ser instantáneo. 
  La aplicación y armonización de los puntos de energía es uno de los métodos para producir un cambio en el estado físico y anímico del Ser Humano. 
  Le pondremos el nombre de Energía Vital al estímulo y armonización de los centros energéticos para producir una mejora en el estado físico y espiritual. 
  Los métodos diferentes de aplicar esta energía toman formas diferentes, algunos métodos requieren mayor participación e interacción desde el terapeuta, mientras que otros (como la aplicación de energía) requieren la participación del paciente para dirigir por sí mismo este trabajo. 
  En la esencia se utiliza la aplicación de energía como si –simplemente- se encendiera el fuego en un soplete y se deja que alguna potencia o la sapiencia más alta dirija la circulación de la energía vital a donde se necesita.

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