martes, 25 de octubre de 2011

PREPARACION DE LA MEDITACION

Preparación de la Meditación
Primero nos daremos cuenta que vamos a conectar con una parte herida del planeta, un gran continente que representa la Naturaleza salvaje, la Madre y el Padre. Allí donde podemos hallar el sentido de la humanidad, su historia más oculta y profunda y la energía de la Tierra.
Vamos a centrarnos en sentir Tierra y Madre, nos podemos vestir con colores adecuados, poner inciensos o velas, crear un entorno lo más natural posible que nos lleve a la sabana, al desierto o donde imaginemos que conectamos mejor con la África más salvaje. Sintiendo su música, sus danzas, sus personas, el cielo profundo…
También podemos descargar una música adecuada africana de relajación.
Esta preparación nos llevará unos 15 o 20 minutos en los que recordaremos nuestro origen humano más natural y nuestra conexión con la Tierra de una forma profunda. Este tiempo aprovechamos para centrar nuestra energía a fin de tomar conciencia de nuestro Ser.
La sanación
Tras la preparación podemos ya cambiar la música y empezar a conectar con los demás sanadores, algunos nos reuniremos por chat igual que en las sanaciones mensuales.
Conectamos mentalmente con el grupo de Sanadores y todas las personas que desean participar en la sanación mensual y sentimos que estamos en unidad con ellos.
En caso de ver algo que no nos gusta o una persona con una vibración muy densa, lo cual es posible ya que se trata de una sanación en la que participarán muchas personas, enviamos luz azul a aquella persona e invocaremos al Arcángel Miguel.
Invocamos a los Maestros y Maestras que deseen participar en la sanación de limpieza, regeneración y sanación kármica planetaria, principalmente a la virgen María, a la Maestra María Magdalenda, al maestro Jesús , a los 7 arcángeles y a todos los ángeles de la Tierra, Hermanos Mayores que en nombre del amor y la energía crística quieran participar en esta sanación planetaria.
Nos colocamos en círculo sobre la zona central de áfrica y empezamos a enviar LUZ ROSA a todo África. Primero al centro, dirigiendo mentalmente la luz hacia todo el continente, y posteriormente extendiéndola a todo el planeta.
Observamos cómo primero la luz rosa afecta a las mujeres africanas ayudándolas a sanar heridas no físicas, sino emocionales.
Tenemos ahora en cuenta que la herida de la ablación es una herida kármica, ancestral, que toda la humanidad compartimos. Con el gesto de querer enviar sanación a las mujeres, niñas, madres, abuelas, esposas, trabajadoras, estamos enviándonos sanación a nosotros mismos.
Será importante que lo tengamos en cuenta porque inmediatamente sentiremos que nosotros también hemos participado en dicha práctica, somos parte de ella pues somos parte de la humanidad y del karma mundial.
Aceptamos este karma con amor por la Tierra. Con gratitud a los ángeles. Aceptamos y seguimos enviando energía ROSA a todas las mujeres y a la energía femenina del planeta. Veremos que la luz se extiende hacia las mujeres maltratadas, marginadas o expulsadas de sus hogares, pueblos, familias, mujeres abandonadas, violadas… Vemos cómo la luz rosa crece y crece según crece se va transformando en LUZ VIOLETA. Transmutando esta gran herida que toda la energía femenina planetaria comparte.
Sentimos incluso la misma herida que todos, hombres y mujeres, compartimos en nuestro interior, y sentimos cómo es una herida kármica compartida y la vamos sanando con la misma LUZ ROSA y posteriormente LUZ VIOLETA.
Sentimos la presencia de los arcángeles ayudándonos en esta sanación personal.
Mantenemos unos momentos sintiendo como la energía ayuda en la sanación a todas las personas que hemos participado en la sanación.
Extendemos ahora la energía ROSA y VIOLETA hacia toda la parte masculina del planeta. Observaremos y sentiremos cómo una mancha oscura se desprende del planeta. Una mancha que representa la agresión, la represión y la culpa. De nosotros/as mismos/as también se desprende una mancha idéntica. Y permitimos que así sea.
Como último paso, volvemos a canalizar una energía para el planeta, esta vez LUZ BLANCA, pura y crística. Y vemos como la LUZ BLANCA entra al centro de la Tierra y se extiende hacia todo el planeta, blanca y brillante. Es la luz de regeneración, pureza, transmutación completa, renacimiento y vida. Con esta luz se sella el karma planetario de aquellas personas que es su momento sanarlo.
Ahora pedimos permiso a la Madre Tierra para lavar nuestras manos en el agua y mentalmente viajamos a un lugar de áfrica, un desierto personal imaginario en el cual situamos un pequeño oasis, simplemente un charco, una poza o un chorro de agua limpia, y en esa agua, nos lavamos las manos.
La mayoría, veremos nuestras manos sucias de rojo. Representa sangre de otras vidas en las cuales formamos el karma que ahora estamos limpiando. Otras personas verán las manos manchadas de marrón, representa el haber participado para mantener el mismo karma de agresión y sometimiento que actualmente vivimos.
Cuando veamos las manos limpias, entonces nos las sacudimos y las secamos y desde ese lugar agradecemos a la Madre Tierra por esta sanación y la pedimos que igual que nosotros nos hemos sanado de esta culpa este dolor, ella también sane estas mismas heridas.
Damos las gracias a todos aquellos que han participado en la sanación, especialmente a la Virgen María, a la Madre María Magdalena, y a todos los Maestros, ángeles y Arcángeles, guías, Hermanos Mayores y sanadores y maestros sobre la Tierra. Les agradecemos profundamente esta sanación personal y colectiva y volvemos a nuestro cuerpo, saliendo poco a poco de la meditación.

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