LOS SECRETOS DE LA MAGIA
Poco se sabe sobre el lejano origen de la magia, pero se cree que ya en las primeras tribus humanas existían hombres y mujeres capacitados para manipular las fuerzas sutiles de la naturaleza. Invocar la lluvia, asegurar una buena cacería, curar enfermedades o intuir la presencia de enemigos prontos al ataque, fueron las primeras actividades llevadas a cabo por los magos, quienes gracias al desarrollo de su percepción y a la ayuda de entidades sobrenaturales, lograron dominar la realidad. El poder alcanzado por los magos puede llegar a ser tan excepcional, que ellos incluso afirman que logran volar, mantener objetos en el aire, dominar la voluntad de sus semejantes o resucitar muertos, desafiando las severas leyes de naturaleza.
CONECTARSE CON OTROS PLANOS DE LA REALIDAD
El mago desarrolla sus aptitudes gracias a la purificación de sus centros energéticos, el entrenamiento y el aprendizaje. Es así como logra incursionar en los Grandes Misterios y actuar en todos los planos de la manifestación universal. Su dominio de la naturaleza abarca el plano del Más Allá, pudiendo incluso influir sobre las mentes ajenas y modificar los acontecimientos externos.
Al comienzo de su trayectoria todo mago realiza rituales bastante sencillos que lo conectan con otros planos de la realidad y los seres que los habitan. El iniciado cree firmemente que microcosmos y macrocosmos constituyen dos polos opuestos, que se influyen mutuamente, por lo tanto el ritual tiene como objetivo comunicar ambos mundos.
LOS AYUDANTES MAGICOS
Una posibilidad que nos otorga la magia es la de entrar en contacto con los cuatro elementos básicos de la naturaleza, a través de los seres elementales. El hombre no es sino una síntesis de estos elementos y la meta del mago es conseguir su equilibrio. Para ello estudia cómo actúan los defectos y virtudes propios de estos elementos dentro de sí mismo y desarrolla técnicas para armonizarlos.
El primer secreto a conocer por un mago, recién comenzaba la iniciación, es aquel que le permite invocar a los diferentes seres elementales para que le presten ayuda. Para eso se elaboran altares que contienen objetos vinculados con el ser que se pretende contactar y se llevan a cabo ceremonias en las que se recitan ciertas oraciones. En estos altares, las entidades que rigen los elementos son atraídas y alimentadas por el egregor o energía psíquica que desarrolla el mago. La invocación de los seres elementales es una práctica relativamente sencilla y totalmente inofensiva que puede ser realizada por cualquier persona.
Los grupos de seres elementales a los cuales se puede invocar a través de la magia son cuatro tipos:
*Los silfos son los elementales que se corresponden con el elemento Aire, influyen sobre la compresión, la armonía, la inteligencia, la imaginación, la sabiduría, la alegría, la fe y la esperanza.
*Los gnomos son los seres elementales correspondientes al elemento Tierra. Ellos facilitan la resistencia y la responsabilidad e influyen sobre la concentración, la disciplina, la estabilidad, la persistencia y la abundancia.
*En tercer lugar encontramos a las ondinas, que se relacionan con el Agua. Dominan sobre el terreno de los sentimientos y también tienen poder sobre la limpieza y la renovación, el renacimiento y el poder interior.
*Por último, se encuentran las salamandras que pertenecen al elemento Fuego. Se corresponden con la luz y la acción, la voluntad, el coraje, el entusiasmo, la dirección, el valor y la libertad.
*Pero en la magia existe un quinto elemento, el principio akásico, del que todo se deriva. A este quinto elemento algunos lo llaman Eter mientras que para otros, recibe el nombre de Espíritu. Esta sustancia o elemento, que constituye uno de los principios interiores de la sustancia primordial, llena todo el espacio y es el quinto de los siete principios cósmicos. El éter es el canal de comunicación que los seres elementales convocados utilizarán para entrar en contacto con aquellos que hayan requerido su presencia.
COMO SE CONVOCA A LOS ELEMENTALES
El alcance y la fuerza de las facultades psíquicas varían de un individuo a otro, pero existe una serie de elementos básicos que han servido como ayudantes a la hora de efectuar un ritual mágico. El iniciado cuenta con la ayuda de múltiples objetos que le proporcionan poder para invocar a los seres elementales. La energía derivada de estos objetos entra, en un primer momento en contacto con el éter, para luego, según la naturaleza del elemento, invocar a un ser elemental en concreto. Estos elementos son, básicamente: el altar, las velas, una piedra y sustancias derivadas de los vegetales, tales como incienso y esencias.
*ALTAR
Llamamos altar al lugar destinado a los rituales mágicos. Si no es posible disponer de una habitación completa, se puede adaptar un rincón de la misma. En este último caso es importante que no sea un lugar de paso. Una vez elegido el sitio, deberá limpiarse en una noche de Cuarto Menguante o Luna Nueva con el agua de un balde en donde se habrá disuelto previamente una taza de vinagre y una cucharada de mirra. Luego de efectuada la limpieza, se procederá a sahumarlo con incienso y mirra que se quemarán en un cuenco de cerámica o barro sobre unos carboncitos.
Cuando el lugar se encuentre defumado, se colocará en el centro una mesa de madera de cuatro patas que se cubrirá con una tela blanca. Sobre esta mesa se dispondrán los elementos necesarios para cada ritual.
*VELAS
Las velas constituyen un elemento casi infaltable a la hora de realizar un ritual mágico. La elección del color es particularmente importante en el trabajo con velas. El color nos coloca en "sintonía" con las fuentes o poderes de los seres elementales que queremos convocar, razón por la cual resulta sumamente importante usar el color correcto. Para invocar a los silfos, los colores adecuados son el blanco, el gris y el plateado; mientras que si se desea contar con la ayuda de las odinas, el color de la vela elegido deberá ser celeste o azul. La presencia de los gnomos se facilita si se encienden velas de color oro, naranja, dorado y marrón. Por último, las salamandras son invocadas mediante velas de color rojo, carmesí o púrpura.
*PIEDRA ELEMENTAL
Cada uno de los cuatro seres elementales se encuentra asociado con un determinado tipo de piedra. Colocar sobre el altar en el momento del ritual la o las piedras correspodientes a ese ser, ayudará a contar con su presencia en forma más rápida y eficiente. Bastará con ubicar la o las piedras adecuadas cerca de las velas. La aparición de las odinas, seres relacionados con el elemento agua, se facilita con el ópalo, el topacio y la amatista. Para invocar a los gnomos, es conveniente contar con la presencia del ónix o el jaspe. Las salamandras responden a la energía contenida en el rubí y el ámbar dorada y la presencia de los silfos se ve propicia con el diamante y el aguamarina.
*VEGETALES
Los poderes secretos de las plantas fueron utilizados por las brujas desde la Edad Media para expandir su conciencia.
Quemar incienso y mirra sobre un carbón encendido es beneficioso a la hora de convocar a cualquiera de los seres elementales. Sin embargo también resulta conveniente, luego de sahumar con incienso y mirra, prender varios sahumerios y en este caso sí es importante elegir el o los aromas más adecuados, de acuerdo con el elemental que se desea invocar.
Para conectarse con los elementales del Aire, resultan convenientes los aromas de manzana y limón. Los seres de Tierra, son atraídos fácilmente con sahumerios de canela y sándalo. Pachulí y musk resultan los aromas más convenientes si se desea contar con la ayuda de elementales relacionados con el elemento Fuego y violeta es el aroma ideal para contar con la presencia de los seres en relación con el Agua.
INVOCACIONES Y PRECEPTOS
Si bien el altar, las velas y las sustancias vegetales constituyen los elementos fundamentales en el altar de un iniciado, existen otros que tampoco pueden faltar. Una copa de cristal o de bronce, un espada de acero de tamaño mediano y un pentáculo –figura geométrica que tiene grabados diferentes símbolos mágicos y el nombre del mago- son objetos que han constituido el "armamento" del mago desde siempre.
Además, antes de realizar una invocación a alguno de los seres elementales, es imprescindible que la persona que vaya a ejecutarla tenga en cuenta una serie de preceptos éticos fundamentales.
CODIGO DEL MAGO
*UN INDIVIDUO NO DEBE ACERCARSE A LA MAGIA EN BUSCA DEL PODER POR EL PODER MISMO, SINO CONSIDERÁNDOLA UN MEDIO PARA ALCANZAR FINES MÁS ELEVADOS.
*NO PERMITIRÁ QUE SENTIMIENTOS NEGATIVOS ENTORPEZCAN EL LIBRE FLUIR DE SU PRÁCTICA.
*SE DEBE ACTUAR SIEMPRE EN ARMONÍA CON LA NATURALEZA.
*SOLO SE PRACTICARÁ LA MAGIA CON VOCACIÓN DE HACER EL BIEN.
Después de tener en cuenta estos principios, la invocación consiste en encender la vela y el sahumerio correspondientes a la naturaleza del ser elemental que se desea invocar. Transcurridos unos minutos después de encendidos la vela y el sahumerio, el iniciado se concentrará mentalmente en el elemento (Agua, Aire, Tierra o Fuego) del ser que se invocan. Unos segundos más tarde, deberá decir tres veces en voz alta:
"Yo, (nombre de la persona que realiza el ritual) te invoco a ti (nombre del elemental llamado) para solicitar humildemente tus favores y protección en (mencionar lo que se desea)".
Luego de esto, se espera que se consuman la vela y el sahumerio.
El ritual que acabamos de describir, es uno de los más sencillos que forman parte de la centenaria herencia de los magos. Sin embargo, solo constituye un primer paso en este fascinante y misterioso universo a descubrir.
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