lunes, 17 de octubre de 2011

ELEMENTOS DE ALTAR EL CALIZ

Herramientas del Brujo

Al leer cualquier ritual, nos encontraremos con que hay algunas herramientas que debemos usar. Por supuesto nadie nos prohíbe realizar los propios con poco más que una vela y un cono de incienso, pero en general el tener ciertos objetos de uso específico para rituales nos ayudará a focalizar mejor la energía al realizarlos.

Cada herramienta que utilicemos tendrá una carga particular, representando un elemento de la naturaleza (fuego, agua, aire, tierra y espíritu). Cada uno de ellos puede ser consagrado según un ritual, aunque si llevamos ya un tiempo usándolos quizás ésto no sea necesario. El proceso de consagración apunta más a liberar al objeto nuevo de cualquier tipo de energías negativas que le hayan quedado como residuo de su fabricación, e imbuirlos con las energías del brujo. Se entiende así que la mejor consagración sea el uso habitual, pero a veces es bueno tomarse su tiempo para consagrarlos ritualmente, como toque final.

Entre las herramientas de uso más común podemos nombrar:

El Athame
El Caldero
El Cáliz
La Escoba
El
Incensario
El Libro de Sombras
El Pentáculo
La vara
Magia con Velas
El Altar
Los usos de cada uno (y similares), junto con sus especificaciones, son tratados por separado. En el Libro de Sombras doy un posible ritual de consagración para las herramientas.




EL CALIZ


El cáliz es una versión menor del caldero como representación del eterno femenino y el elemento agua. Estamos hablando de una copa, usualmente del tipo redondo, en la que tendremos representada al agua durante los rituales, aunque también durante por ejemplo el festín sencillo, contendrá vino.

La elección del cáliz apropiado es una tarea bastante delicada. Podemos usar una copa de cristal, aunque lo tradicional es el metal: oro, bronce, plata o alpaca. Debemos tener mucho cuidado al elegir, prefiriendo los que estén revestidos internamente en vidrio, plata o acero inoxidable, ya que los metales como el cobre y el bronce despiden sustancias venenosas en contacto con el vino. Debemos tener en cuenta también el que sea de tamaño mediano, para facilitar su manipulación. No es necesario un cáliz ornamentado; es perfectamente válido que usemos, si así lo queremos, una de las copas de cristal de la abuela, si nos preocupamos de realizar la limpieza ritual para "descargarla" de las energías que pudiera tener.

Las casas especializadas en ARTICULOS ESOTERICOS suelen tener juegos de dos copas de metal perfectamente aptas para uso con bebidas alcohólicas (las que presentan riesgos al reaccionar con los metales), por lo que pueden ser un buen lugar para buscar nuestro cáliz. Tener uno extra tampoco vendrá mal si queremos realizar rituales en los que necesitemos tanto el agua como el vino (o símil), y no tengamos el caldero disponible o vayamos a darle otro uso. En lo personal, prefiero tener dos cálices: uno en bronce para las celebraciones solares y uno en plata para las lunares.

Los usos rituales del cáliz se centran principalmente en ser el contenedor del líquido elegido, ya sea agua para realizar la purificación del círculo, o la bebida elegida para el festín sencillo o la libación ritual. Usualmente su uso será el primero, y si bien podemos reemplazarlo por cualquier copa, debido a lo sencillo de conseguir uno, considero que es mejor realizar la elección de una vez y utilizar el mismo en forma regular, no ocasional.

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